Ayer estuve en el Santiago Bernabéu con mi buen amigo Atilano viendo el partido de la decimoctava jornada del Campeonato Nacional de Liga que enfrentaba al Real Madrid contra la Real Sociedad. Había mucho interés por ver si Mourinho seguía empeñado en sentar a Casillas, o lo de Málaga fue un hecho puntual. A final se desveló el misterio y Casillas siguió en el banco mientras que Adán saltaba al terreno de juego.
Al anunciar las alineaciones por megafonía se oyó una pitada descomunal al nombrar a Adán como titular. Pitada que se volvió ensordecedora cuando apareció el nombre de Mourinho por los videomarcadores. La gente, los socios, es decir, los dueños del Real Madrid quieren que Casillas sea su portero titular. No es problema de fin de carrera del portero, aunque ayer, desde mi punto de vista estuvo nefasto, el problema es que en esta ocasión es por un desencuentro personal. En el fútbol se han sentado futbolistas únicos: Pelé, Di Stéfano, Cruyff, Maradona... y el fútbol ha seguido adelante.
Llegados a este punto, creo afirmar con rotundidad que el señor Mourinho, para mí el mejor entrenador del mundo actualmente, debe abandonar el Real Madrid. A pesar de sus virtudes ha cometido un error mayúsculo: Ha pensado que él está por encima del Real Madrid. Ha sido fagocitado por su propio personaje. Espero que este sea su último año en el Real Madrid, por el bien del propio equipo, de la entidad. ¿Qué opina usted?
Piensen.
Sean buenos.
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