domingo, 10 de marzo de 2013

Real Madrid GP

Que los jugadores de fútbol son un ejemplo para los más pequeños no es ningún secreto para nadie. Que si estos jugadores militan en grandes equipos su impacto sobre los niños es aún mayor, tampoco se le escapa a ninguno. Si tiene usted hijos aficionados al fútbol habrá descubierto que siempre quieren las camisetas o las zapatillas que llevan sus ídolos: Ronaldo, Messi, Falcao... El efecto que tienen sobre los jóvenes es muy importante.

Los clubes son plenamente conscientes de ello, pero parece ser que últimamente están descuidando mucho esta responsabilidad social. El caso más reciente es el Real Madrid, cuyos jugadores han sido sorprendidos esta semana incumpliendo gravemente las normas de circulación. Son los casos de Benzema, Marcelo, Özil, Essien... Todavía no he oído ni una palabra al club blanco al respecto. 

Evidentemente, el club no es el papá de los jugadores, pero sí debería indicarles que en sus nóminas —elevadísimas por cierto— está incluido representar al equipo las 24 horas del día, y no solo cuando saltan al terreno de juego. Aún así, no sé de qué me extraño si hasta el propio presidente de la Real Federación Española de Automovilismo ha perdido la totalidad de sus puntos por conducir ebrio... ¿Qué autoridad moral puede tener nadie para recriminar nada a los jugadores entonces?

Piensen.
Sean buenos.