jueves, 29 de noviembre de 2012

Candidatos al Balón de Oro

Ya es oficial. La FIFA ha anunciado los tres finalistas al Balón de Oro 2012: Messi, Iniesta y Ronaldo. Tres futbolistas enormes. Tres hombres y un destino. Cada uno con unas características distintas pero grandísimos jugadores. Quizá todos lo merezcan, y quizá también alguno que lo merece no está en la terna... Es lo que tienen estos premios.

Está claro que el favorito es el barcelonista Messi, ganador de las tres últimas ediciones. No les voy a descubrir a ninguno a Messi. Aparte de por sus virtudes futbolísticas tiene una imagen magnífica y si les digo mi pronóstico se alzará con su cuarto Balón de Oro. Por otra parte, Ronaldo ha ganado la Liga y ha hecho una campaña sensacional, pero para mí no es suficiente.

El ganador debería ser Iniesta. Para mí el mejor jugador del mundo. Es un auténtico fenómeno. Ha ganado los mismos títulos que Messi, y una Eurocopa. La FIFA ya fue injusta con él al no concederle el galardón en 2010, y el fútbol le debe algo. Ni Ronaldo ni Messi han hecho nada con sus respectivas selecciones. Por tanto, mi favorito —aunque creo que se lo darán a Messi por ser más mediático— es Iniesta. ¿El suyo?

Piensen.
Sean buenos.

martes, 27 de noviembre de 2012

Fin de ciclo

Tras la disputa de la última jornada liguera, el Madrid se encuentra a ocho puntos del Atlético de Madrid —con quien se enfrenta el sábado— y a once del Barcelona. Pintan feas, muy feas las cosas en la Casa Blanca. Ante esta situación, su entrenador-manager-portavoz-tengotodosloscargos-lohagotodobien ha decidido tirar por la calle de en medio y culpar a todo el mundo de la crisis de resultados y fútbol. Nadie lo hace bien en el Real Madrid, ni la institución, ni los jugadores, ni la afición, ni los árbitros, ni la Federación. Asegura el señor Mourinho que hay una especie de complot contra el Real Madrid.

Mal estaría que el entrenador del Real Madrid dijera semejantes barbaridades, pero el problema no acaba aquí. El problema es que desde el club le están apoyando en sus reivindicaciones, aún a sabiendas de que no tiene razón, entrando en una espiral sinsentido, que lo único que favorece es la animadversión del Real Madrid por todos los campos de España.

Considero a Mourinho un excelente entrenador, quizá de los mejores del mundo. Incluso, aunque reciba críticas, es mejor entrenador que Guardiola. Pero creo que el ciclo de Mourinho en el Madrid ha terminado. No ha sido capaz de ganar la Copa de Europa, verdadero leitmotiv del equipo. Y debe acompañar en la salida al portugués quien ha confiado en él, el señor Pérez. Quizá con savia fresca, se regenere el club.

Piensen.
Sean buenos.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Ronaldo se va

O quiere irse, que viene a ser lo mismo en el mundo del fútbol. La noticia salió de la redacción del diario AS, y como es lógico cuando en ella interviene una megaestrella de las dimensiones de Ronaldo la noticia corre como la pólvora. Todo el mundo se ha hecho eco de la información. ¿Qué hay de cierto? Pues sinceramente, no lo sé, pero analicemos un poco la situación del jugador luso.

Tuve la suerte de acudir al estadio Santiago Bernabéu el sábado a las diez de la noche (¿quién es el descerebrado que pone estos horarios?) junto a mi hijo a ver el encuentro contra el Athletic. De todos es sabido que el Madrid goleó a un desaparecido Athletic. He leído algunas crónicas y escuché por la radio el análisis de la jornada. En todas se hablaba de que estuvo muy participativo pero sin suerte. A mí, personalmente, me pareció, que Ronaldo no estaba. Lo intentó, pero no tenía la concentración suficiente. Estuvo participativo, sí, pero fallón. A Ronaldo se le puede y se le debe pedir más. Para mí el peor del Madrid.

Si el señor Ronaldo desea abandonar el Real Madrid, que lo haga. Que encuentre un equipo que pague lo que el Madrid estime oportuno y fin de la historia. No soporto a los jugadores que provocan un cisma sin necesidad. Señores futbolistas, las cosas claras, que por si no lo saben, la situación laboral en este país está muy mal y ustedes son unos privilegiados.

Piensen.
Sean buenos.

lunes, 12 de noviembre de 2012

La batalla de Levante

Es evidente que desde hace unas temporadas los partidos entre el Levante y el Real Madrid son de alto riesgo. Según cuentan, todo comenzó cuando el Real Madrid goleó 8-0 al Levante en un partido de Copa del Rey. El partido de vuelta estuvo marcado por la polémica y se cuenta que incluso Ballesteros arrinconó a Mourinho tras el partido, por mandar a calentar a Pepe. Sea como fuera, lo que estaba claro, es que el partido de ayer no iba a ser diferente. Si a esto, le sumamos el estado del campo por la lluvia, tenemos un partido de alto voltaje.

Desde mi punto de vista, fue un partido intenso, de esos que llaman "de hombres". Pudo ganar cualquiera, pero finalmente se llevó el gato al agua el Madrid. Seguramente por su mayor calidad individual. Tras el partido, más tanganas, y declaraciones de los jugadores del Levante, protestando porque el árbitro los faltó al respeto —cosa que creo, conociendo al colegiado— e insinuando que desde la Federación de Fútbol había órdenes para que ganara el Madrid, puesto que si no lo hacía, se acababa la Liga —solemne estupidez—. 

No oí en ningún momento protestar a los jugadores del Levante contra los jugadores del Madrid. Todo su enfado era contra el colegiado y la Federación. No entiendo pues su juego duro. La agresión a Ronaldo de Navarro —un futbolista con un amplio historial— el puñetazo barriobajero de Ballesteros a Alonso. No se puede consentir este comportamiento. Espero que el Comité entre de oficio y castigue a todos los culpables. Y duramente. Por el bien del fútbol, por el bien del espectáculo, y porque eso el fútbol. Once contra once.

Piensen.
Sean buenos.

jueves, 8 de noviembre de 2012

¿Rivales o enemigos?

Esta mañana, cuando he despertado a mi hijo de 9 años para ir al colegio, le he dicho que ayer perdió el Barça contra el Celtic de Glasgow 2-1, —evidentemente no le dejo ver el partido entero puesto que tiene que madrugar— lo primero que me ha dicho es que estaba deseando ir a clase para reirse de un amigo suyo que es muy culé. Yo he intentado explicarle que no está bien reirse de sus compañeros de clase cuando pierde su equipo, y su respuesta ha sido contundente: Él se mofó de mí ayer cuando empató el Madrid.

Resulta curioso esta rivalidad mal entendida. El Madrid y el Barcelona son equipos rivales, pero no son enemigos, por mucho que las aficiones de ambos equipos lo quieran ver así. La rivalidad sana es aquella en la que deseas ser mejor que el rival, y luchas para conseguirlo, pero siempre con deportividad. La enemistad es odiar el contrario. Desarle lo peor.

Me consta que esto solo ocurre en España. He hablado con extranjeros, y siempre me han asegurado que si juega un equipo de su país la final de la Copa de Europa contra un equipo extranjero, siempre van con el de su país, aunque no sea su equipo. En España no. Si alguien es del Madrid y juega el Barça, van con el contrario, y viceversa. ¿Por qué hay este odio hacia el contrario en España? Es solo fútbol. Disfruten del espectáculo.

Piensen.
Sean buenos.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Jornada de trámite

¡Vaya aburrimiento! Cada vez que hay un partido de Liga se vuelve algo tedioso. ¿La razón? Está claro que si el Barcelona y el Madrid juegan en casa, las posibilidades de victoria son muy, muy elevadas. Da igual que jueguen bien o mal. El resultado final siempre —o casi siempre, puesto que el Madrid empató en casa contra el Valencia y el Barcelona hizo lo propio ante el Madrid— es el mismo: Victoria local.

Parece claro que los dos colosos del fútbol español juegan la competición liguera con poco interés. Sin motivación. Sabiéndose superiores al contrario. Sabedores de que, debido a su mayor calidad y al apoyo del público, acabarán ganando sus respectivos choques. A los dos parece habérseles quedado pequeña la Liga. Solo nos queda el Atlético como motivador. Espero y deseo que la derrota el sábado frente al Valencia se quede en una anécdota y siga dando guerra a los dos grandes.

Una jornada más, o una jornada menos para decidirse el título. Por eso estas jornadas son de trámite. Hay gente que se va contenta con los resultados. Yo prefiero, ya que pago mi entrada, disfrutar de buen fútbol sabiendo que hay jugadores que son capaces. No sé qué prefiero, que el Barcelona pinche para que haya más emoción o que pinche el Madrid para que se acabe la Liga y empezar a ilusionarme con otra nueva temporada, en la que el Racing —el equipo llamado a escribir la historia del fútbol con letras de oro— ya en Primera, pueda disputar el título a los grandes. Me temo que tendré que seguir soñando...

Piensen.
Sean buenos.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Una Copa sin interés

Llevo tiempo creyendo que a la Federación Española de Fútbol no le gusta el fútbol. Sí, sé que parece un sinsentido, pero si nos fijamos en las últimas actuaciones de la Federación nos daremos cuenta de que van por caminos erráticos. Organizan partidos internacionales amistosos sin ningún interés para los aficionados y, en contra de la opinión general y sensata, siguen empecinados en hacer una Copa del Rey a doble partido, diseñada para que la gane siempre el Madrid o el Barcelona.

No concibo que en una liga de veinte equipos, con unos calendarios tan apretados, se siga disputando la Copa del Rey a doble encuentro. El partido de ida suele ser en casa del equipo pequeño y la vuelta en el feudo del equipo grande. Así evitamos que algún equipo pequeño —léase Toledo, Alcorcón, Novelda, Mirandés...— pueda eliminar a un grande (Real Madrid, Barça, Racing, por citar solo a unos pocos grandes del fútbol).

¿Quién va a acudir ahora a los campos de los equipos de Primera para ver los partidos de vuelta? Lo lógico, y puesto que muchas eliminatorias están sentenciadas, sería poner estos partidos en horario infantil, para favorecer que puedan acudir los más pequeños, y no ver las gradas vacías como está ocurriendo esta temporada con estos horarios tan nefastos. Estoy convencido de que la Federación pondrá estos partidos un día de diario a partir de las diez de la noche, para favorecer los intereses televisivos antes que al aficionado. ¿Apostamos?

Piensen.
Sean buenos.