Que el Madrid ha despreciado la Liga no escapa a nadie. Imagino que los dirigentes blancos habrán tomado nota de la actuación de su entrenador y de sus jugadores en esta competición. Lo del Barcelona es sencillamente espectacular. Ha ganado todos los partidos disputados excepto el encuentro jugado contra el Real Madrid en el Camp Nou donde empataron. Las cifras de este Barça son increíbles.
Actualmente, y cuando queda toda la segunda vuelta, el Barcelona aventaja al Madrid en 18 insalvables puntos, por mucho que se empeñen los protagonistas de uno y otro equipo en asegurar que queda mucha Liga y que no hay nada decidido. Todos sabemos que el Barcelona ganará esta Liga, y estamos a la espera de que pulverice o no los récords de puntos y goles que batió el Madrid el año pasado. Por su parte el Madrid se aferrará al clavo ardiendo de la Copa de Europa, para no tirar la temporada a la basura. Sigo pensando que la Copa del Rey es un torneo menor.
Esto ha provocado un hecho curioso y es que los equipos han perdido el respeto al Real Madrid y luchan sus partidos a muerte —como debe ser, siempre en buena lid, por supuesto—, y cuando juegan contra el Barcelona, sabedores de que van a perder, entregan el partido, esperando la misericordia del Barcelona. Hay muchos ejemplos esta temporada: El Espanyol es uno de ellos sin ir más lejos. Los equipos van mentalizados. Saben que ya no pierden doce puntos seguros, y que son solo seis. Seis puntos pueden dar la salvación, y abren la puerta a Europa. Tanto Barcelona como Madrid son equipos increíbles, pero unos ven gigantes, y otros molinos.
Piensen.
Sean buenos.
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