Durante el partido contra el Benfica Messi, quizá pecando de individualista —en mis tiempos se decía chupón—, sufrió un golpe en la rodilla que asustó a la parroquia culé. A la parroquia culé, y a todos los que disfrutamos del buen fútbol. Afortunadamente todo quedó en eso, en un susto. Quien más, quien menos, pensaba que durante el partido contra el Betis, sería bueno reservarlo, para evitar riesgos de una lesión mayor. No lo vió así Vilanova y decidió darle la titularidad.
El argentino, que no entiende de reservas, marcó los dos goles de su equipo batiendo el record de "Torpedo" Müller. Goles necesarios, para seguir aventajando al Atleti y al Madrid, pues el Betis en un magnífico segundo tiempo consiguió arrinconar al Barça que terminó pidiendo la hora. Pudo haber perdido dos puntos el Barcelona, pero finalmente y gracias a los goles de Messi mantuvo la distancia.
No soy fan de Messi. De hecho, he visto a jugadores que me gustan más. Zidane sin ir más lejor. Sigo pensando que el mejor jugador del mundo debe demostrarlo en su equipo y en su selección, verdadera asignatura pendiente de Leo, pero en esta ocasión tengo que descubrirme y admirar su habilidad para marcar 86 goles... y los que le quedan.
Piensen.
Sean buenos.
No soy fan de Messi. De hecho, he visto a jugadores que me gustan más. Zidane sin ir más lejor. Sigo pensando que el mejor jugador del mundo debe demostrarlo en su equipo y en su selección, verdadera asignatura pendiente de Leo, pero en esta ocasión tengo que descubrirme y admirar su habilidad para marcar 86 goles... y los que le quedan.
Piensen.
Sean buenos.
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