domingo, 10 de noviembre de 2013

Expulsiones injustas

El pasado sábado, durante la celebración del partido que enfrentó al Athletic Club contra el Levante, todos pudimos ver cómo el jugador levantinista Simao fingió una agresión por parte de Aduriz, lo que provocó que el colegiado de la contienda, el señor Fernández Borbalán mostrara la tarjeta roja al delantero del Athletic. 

Es lamentable que se produzcan sucesos como este cada partido. Los jugadores engañan permanente al árbitro para sacar ventaja de forma antideportiva. Eso atenta contra todo espíritu deportivo y contra la competición. Lo triste es que tras más de 100 años de reglamento no se haya corregido este despropósito. El resultado son jugadores expertos en fingir, auténticos artistas; y jugadores inocentes, sancionados.

La solución es bien sencilla, sancionar a los tramposos. Es intolerable que Simao pueda jugar el siguiente partido y Aduriz no, cuando todos vimos que el árbitro fue engañado. Si se sancionaran con varios partidos los piscinazos, a los mentirosos y demás gentuza que abunda en nuestro fútbol, el espectáculo ganaría. Todos ganaríamos.

Piensen.
Sean buenos.

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